sábado, 3 de marzo de 2018

Las hormigas


Tensión desorden,
gritos clandestinos en los intestinos
y las hormigas,
formidables y bebibles caireles,
repueblan el hemisferio infinitesimal errante
y se asoman victoriosas
al espanto medular de la memoria vieja.

2 comentarios:

isabel dijo...

Hermoso poema.
Intraducible - al lenguaje de la racionalidad, no a otra lengua poéticamente concebida-.
Todos los elementos que hacen a la experiencia de lo subtrerráneo que de golpe se manifiesta y que algo trae al presente, algo recuerda y pone bajo los ojos, están ahí.
Me quedo con esa palabra antigua, sonora, bella, poco utilizada: . Me parece que a nivel táctil caireles y hormigas, como objetos, tienen mucho en común. Amb@s brillan, tienen un brillo propio.
Hormiga: está muy lejos, aquí, de la metáfora del hormiguero, trabajo alienado, explotación, masa de individuos que han perdido todo rasgo individual. No, es otra cosa.Es la imagen del recuerdo repentino de lo que lo que no se ve y en cualquier momento aflora.

Hernán Tenorio dijo...

Gracias, Isabel, por este análisis/lectura de mi poema, por estas bellas palabras. Siempre una alegría recibirlas, un incentivo valioso... ¡Abrazo!